Silencio digestivo

Ella dijo, y me quedé sin palabras. No me quedó de otra más que quedarme callado, que el silencio hiciera de digestivo tras semejante comilona de palabras. Entramos a una casa de té, a una cuadra de distancia. Su argumento fue un té negro cual digestivo, pero mi silencio había sido tan profundo, que ya hasta hambre tenía de nuevo (2006).

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