Palabras del sabio OOZZ: Imaginación

Llegó el sabio OOZZ. Apenas entró se hizo el silencio, entonces dijo:

Un hombre andaba por la calle agitando los brazos. Y todo mundo le preguntaba qué era lo que hacía. Él, tranquilamente, respondía que volaba. Era obvio que todos lo compadecieran. Pero un día, para ayudarlo, alguien le dijo: señor, usted no vuela, en lo absoluto. Usted está con los pies puestos en la bella tierra firme.

–¡No me diga! — se extrañó el volátil.

Dejó de mover los brazos, cayó y se mató.

El sabio OOZZ observó los ojos de todos, que estaban atentos, y viendo que habían escuchado, se fue.

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