El clavo calvo de Santa Mónica

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El clavo calvo de Santa Mónica

La presión era tal, que lo dobló. Nos pasa a todos. El estrés cotidiano, la rutina de todos los días: de los que caminan sin rumbo, de los que pisan fuerte para alcanzar sus objetivos, de los que se tropezaron con él sin siquiera verlo (menos ofrecerle una disculpa), de los que lo vieron y con saña lo pisaron. Nos pasa a todos. Pero, para eso te pagan. El estrés es parte del «job description»; aguantar la presión es un «given». Y, a quien no le guste, que recuerde que nadie es indispensable y afuera hay mil más esperando por el trabajo por la mitad del sueldo… en la ferretería.